viernes, 18 de septiembre de 2009

LA MAR Y LOS MARINEROS


Cuando consumimos pescado y mariscos pescado no nos paramos a pensar que los hombres y mujeres que hacen posible que disfrutemos de estos manjares, son gentes que se juegan la vida en la mar por llevar un jornal a casa en jornadas de trabajo interminables lejos de sus familias ignorando si volverán a casa, porque la mar es muy hermosa, el 70% del planeta es agua, es mar y océanos básicamente cuando un ser humano ve por primera vez el mar siente una extraña y maravillosa sensación de gozo no da crédito a lo que ven sus ojos como es posible tanta belleza y cuentan los astronautas que desde el espacio es todavía más impresionante este hermoso planeta azul.
El mar se ve sometido a los caprichos del influjo de la Luna, cual caballero enamorado esto genera un cambio de mareas constante y esto lo hace peligroso, lo que nos tiene que hacer pensar que a la mar hay que respetarla como la respeta la marinería, puede ser amiga o puede reclamarnos hacia sus profundidades y es que es señora caprichosa, muchas son las vidas que se cobra al año entre los que mejor la conocen marineros y mariscadores pero esto es un mortal tributo que desgraciadamente pagan los hombres y mujeres de la mar por sustraerle sus frutos al mar.
Pero que seria de nosotros sin la mar fuente de trabajo para unos, de riqueza para otros, de ocio para los que acudimos a la playa a zambullirnos en sus aguas y a dorarnos al astro rey, este es un caballero o una dama según se mire, que igual nos da la vida que nos la quita pues los mares proporcionan frutos como las algas de las que se puede extraer yodo que cura heridas, en si el agua de mar es curativa para distintos males, pero no le tenemos el suficiente respeto porque lo contaminamos, lo esquilmamos con la sobrepesca y con el cambio climático conseguimos que se derritan sus heladas aguas y el nos pasara una factura de las grandes y es que si no cambiamos en unos años la mar reclamara el terreno que le hemos ganado subiendo el nivel de sus aguas.
Especulamos económicamente con la pesca de una manera desproporcionada hemos transformado un alimento necesario para nuestra dieta en objeto de consumismo tasando a precios desorbitados esta fuente de alimentación que la mar pone a nuestro alcance, para que echásemos la red para pescar, pero los intermediarios cada vez quieren ganar más dinero a costa del sudor del hombre de la mar y el consumidor no exige no se subleva no protesta, nos incrementan los precios de la alimentación y necios de nosotros nos quedamos pasmados sin hacer nada, mientras esos miserables llenan sus bolsillos a costa de los demás que en ocasiones dejan su vida para traernos a puerto estos delicatesen, los mariscadores se juegan la vida para traernos un exquisito manjar a nuestras mesas, que antes no se valoraba y ahora es alimento casi exclusivamente de ricos dado que el españolito medio, solo lo prueba casi exclusivamente en verano y navidad.
Y es curioso ya hace años que surgió la acuicultura, cría de peces en cautividad con agua de mar, esto deberían haber rebajado los precios pero no, los de piscifactoría no tienen una diferencia de precio muy destacada con respecto a los que se pescan en la mar, una vez más los intermediarios.
Pero al menos podemos gozar de la mar bañándonos en ella contemplando en sus orillas esos hermosos amaneceres y atardeceres, yo queridos lectores que soy habitante de puerto de mar, me considero un privilegiado por poder ver la mar todos los días de mi vida, los que Dios quiera concederme y se que mucha gente de interior ama el mar tanto como yo y debe saber que la mar siempre te invita a estar a sus orillas a que vengáis a visitarla a sumergiros en sus aguas a disfrutar de sus playas y arenales, de ese penetrante y delicioso aroma a salitre que te llega hasta el fondo del alma y es que los hombres y mujeres que nacemos o vivimos al lado de la mar decimos que tenemos salitre en la sangre que el mar palpita en nuestro interior una pasión especial nos envuelve las mareas nos marcan los latidos del corazón.
Es tan hermosa dama que todos los poetas le han rendido pleitesía con un poema, escritores de todas partes del mundo sitúan la acción en un paisaje marino, el mar, la mar que tendrán que a todos nos termina por embrujar.

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