domingo, 15 de marzo de 2009

DEL SIGLO DE LAS GUERRAS, AL SIGLO DEL TERRORISMO








El pasado siglo XX fue un siglo plagado de guerras y el comienzo del terrorismo político en occidente, se consiguió extinguir casi por completo, a excepción de nuestro país, para nuestra desgracia, sin embargo nos las prometíamos muy felices para el siglo XXI lo habíamos concebido como el siglo de la robótica y los grandes avances tecnológicos, lo que no nos imaginábamos ni por un momento es que una nueva clase de terrorismo iba a devastar occidente el que procedía del islamismo extremista.
El 11 de septiembre de 2001 comenzaría la pesadilla en USA y tras el horror y los muertos el presidente norteamericano Bush le declara la guerra al terrorismo y vuelta a las guerras a gran escala Afganistán, Irak y luego quien sabe, mientras tanto los atentados no paran de sucederse los más destacados el 11-M de 2004 en Madrid y el 7-J de 2005 en Londres y muchos otros que atacaban principalmente centros turísticos con el fin de causar el mayor número de victimas posibles por no hablar de Irak donde todos los días hay al menos uno.
Bien es cierto que el pasado siglo fue el siglo de los sionistas y que los pueblos árabes fueron dejados un poco de lado, sufrieron humillantes derrotas a manos de Israel, pero esto no le da derecho a ningún fanático armado a asesinar inocentes en nombre de Ala religión por otra parte que siempre predico la paz, menos todavía si tenemos en cuenta que las victimas de sus ataques son civiles occidentales inocentes que no tienen nada que ver con Israel, que bien al contrario han defendido el derecho a un estado propio de los Palestinos. En tiempos de Al-Andalus la musulmana fue una civilización muy avanzada científica y culturalmente que en el idioma español todavía sobreviven muchas palabras que nos lego el Islam, grandes pensadores que hicieron avanzar a occidente, sin los cuales no seriamos la civilización que somos hoy en día, y tantas y tantas cosas buenas que no debemos olvidar solo porque un grupo de extremistas desalmados quiera deshonrar a toda una civilización.
Que hay que combatir el terrorismo si desde luego pero tal y como propone el nuevo presidente de USA Barak Obama desde la firmeza y el dialogo con todos los pueblos ya se plantea abrir conversaciones con Irán lo cual seria un paso muy positivo hay que demostrar a los fanáticos que no estamos en una guerra de religiones y que en si no queremos la guerra sino la paz y ello lo demuestra el plan de retirada de tropas de Irak. Y que además hay que hacerlo con otras armas que no sean la guerra, como por ejemplo la investigación policial y de inteligencia, para llevar a los autores de dichas carnicerías y que la justicia dictamine su castigo.
Que el Islam no es malo de por si, sino que algunos lo mal interpretan al pensar que asesinar a los llamados infieles ganaran el cielo, pero es que ese mismo error lo cometían los cruzados en la edad media asesinando a inocentes musulmanes y proclamaban que lo hacían en nombre de Dios y yo me pregunto ¿Qué clase de Dios de cualquier religión exigiría a sus hijos que matasen en su nombre? Un ser supremo es un ser que esta por encima de las miserias de los hombres y que por tanto es todo misericordia y amor hacia toda la humanidad sean o no creyentes, por tanto si nos ha creado a su imagen y semejanza como va a ordenar a ningún hombre, que en su nombre se prive a su semejante del bien más preciado que nos ha concedido: “La vida”.
Por tanto no debemos consentir que estos canallas, enarbolen la bandera de la religión para justificar sus actos criminales, porque si el caso fuese el contrario y hubiese terroristas que cometiesen sus criminales actos en nombre de Dios, no creo que el mundo islámico se quedase cruzado de brazos y lo más doloroso es que cuando se hace mención de cualquier tipo al Islam ya se arma un fogón increíble, pero si ellos ofenden a nuestro Dios nos tenemos que callar, pues bien ya estoy harto mi Dios es de tan respetar como el suyo y al menos nosotros los cristianos ya no consentimos que ningún fanático mate en su nombre, porque además de crimen lo consideramos una blasfemia y un pecado capital, porque el es nuestro redentor, nuestro padre, nuestro creador y nos merece el suficiente respeto como para ofenderle derramado tan solo una gota de sangre.
Por tanto teniendo la firme convicción de que el Islam es religión de paz, creo que de una vez deberíamos enterrar el hacha de guerra y respetarnos las religiones sean cuales sean y no emplear el terrorismo de una forma fanática para atacar a occidente enarbolando la bandera de una sagrada creencia, pues no creo que ningún libro sagrado predique el asesinato a sangre fría de inocentes. Si bien es cierto que determinados países de occidente apoyan a Israel haga lo que haga cosa que debería cambiar y dar apoyo al desarrollo a los pueblos islámicos, dado que la raíz del problema muchas veces la hallamos en la falta de recursos económicos y de vida, por no hablar de los continuos ataques sionistas al pueblo Palestino que a día de hoy todavía no goza del estatus de nación en la ONU y que ya debería de estar reconocida si no fuese por el veto yanqui y que el desbloqueo de dicho reconocimiento produciría normes ventajas a occidente, tal vez el fin del terrorismo islámico o tal vez que dichos delincuentes, no recibiesen apoyo ninguno y es que hay un famoso dicho español que en este sentido lo resume todo “manos que no dais, que esperáis”.
Evidentemente los países ricos deben ayudar al desarrollo de los que no lo son, aunque tan solo sea por egoísmo muchos de los conflictos y ataques que sufrimos pasarían a la historia, que aunque fanáticos siempre va a haber un estomago lleno es: un cuerpo y un cerebro agradecido, por tanto un nuevo amigo, por lo cual no esta abierto a escuchar a fanáticos, ni a matar o morir en nombre de ninguna causa, porque el que tiene sus necesidades cubiertas valora en todo lo que vale la paz y de ninguna manera se ve abocada al terrorismo.
Por tanto la guerra contra el terrorismo islámico es ante todo una guerra por el desarrollo de todos los países, el si podemos a respetarse las religiones mutuamente y a no tener una superpotencia que sea el guardián de occidente, sino que todos participemos en la búsqueda de un mundo en paz lleno de comprensión y a que los criminales acaben donde deben a buen recaudo en prisión y sin recibir más que el desprecio de hasta su propio pueblo que reniegue de ellos.

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